miércoles, 20 de mayo de 2009

El Celibato.

En la Log:. de Apr:. se nos recalca desde que ingresamos la necesidad de desbastar nuestra piedra bruta, de combatir nuestros vicios e imperfecciones y se nos instruye sobre las más diversas materias. Sin embargo, el aspecto que es tema de este texto pocas veces se toca. Más aun, en una Logia de varones pudiera parecer inconcebible. Sin embargo es preciso tomar cartas en un tema lleno de vida, muerte, amor y dolor, como lo es el manejo de la energía sexual.

Creo que a priori, una emoción que hay que desterrar en este tema es la culpa. Hay personas que por naturaleza son célibes, otras que son castas, otras que son ambas cosas y  hay quienes no son alguna. Es un sendero individual que deberemos recorrer con mayor o menor dificultad de acuerdo a nuestras circunstancias y a nuestra misión en el plan para la construcción del Gr:. Temp:.

Con ello, podemos  arribar a definir el término de una manera sencilla, como la pureza de pensamientos, o ausencia de pensamientos morbosos durante la cotidianeidad. Es sabido por nosotros que el principal ruido que contamina nuestra conciencia son la serie de imágenes morbosas que sobrevienen una y otra vez durante el día. ¿Consideran ustedes que sea algo que debamos de aprender a sobrellevar durante el resto de la existencia, algo que debamos combatir, negar, u olvidar?  Es preciso cultivar el silencio y quietud de nuestra conciencia para poder alcanzar un nivel evolutivo superior, considero.

Quizá por dolorosas experiencias propias puedo hablar de que varios de los peores reveses que he recibido en mi existencia han estado relacionados con la falta de concentración en lo que me concierne, o por caer precipitadamente en la búsqueda de la realización de tales imágenes.

Al respecto, dicen en la tradición esotérica que ceder a los impulsos de tales imágenes conllevan la creación de larvas astrales que obtienen energía de nosotros, y van poco a poco minando nuestra voluntad, haciendo más y más frecuente la cesión de la misma ante los deseos energéticos de tales entidades.

De la misma manera que es trabajoso emplear las herramientas de aprendiz para muchas de las labores que nos encomienda la liturgia, debemos de trabajar en educar a nuestra mente,  se nos dice que el que controla  su mente lo logra todo.

¿Pero cómo lograrlo? Es cuestión de disciplina.

Por todas partes se nos bombardea con información, con mensajes sexuales reiterados. No podemos sino sucumbir ante ello.  Sin embargo, está en nosotros la posibilidad de modificar nuestro destino manifiesto. Cabe aclarar que la castidad es muy diferente, la castidad en esencia implica la abstinencia de relaciones sexuales. Ello suena lejano, o es motivo de burla incluso, pero sin trabajar la pureza de pensamiento, se antoja difícil llegar a ella. Pero cumplir con el primer deber para todo masón -el poder estar a cubierto -, implica sin duda el lograr abstraerse de tal impulso. La mente debe dominar a la materia para poder continuar evolucionando en el desbaste de nuestra piedra bruta.

Al respecto, se dice que cuando el hombre imagina a una mujer con deseo, genera una imagen instintiva, que deberá tener una realización, pero en el proceso se pierde la autopercepción del momento de la caída, sin existir espacio entre el orgasmo  y el cambio de estado de consciencia, disminuyendo ésta.

Para modificar tales efectos, se recomiendan prácticas tales como visualizar un haz de luz que parte desde la base de la espina dorsal hasta el entrecejo y se exhala por la nariz, repitiendo por varios minutos hasta que el deseo sexual desaparece. Además de desaparecer la excitación, esta práctica se menciona que tiene el poder de activar los chackras. La meditación también suele ayudar al respecto, aunque el ejercicio físico parece estimular la producción de testosterona, y el agua fría, mejora la circulación sanguínea. En la puesta en práctica de alguna de estas técnicas puede estar la solución para nosotros, y finalizo recordando que en  lograr la sublimación de la energía sexual radica buena parte del éxito que tengamos en nuestro progreso espiritual, adquiriendo una significación progresivamente más profunda en el transcurso de nuestra carrera masónica.

Or:. de ___, a 15 de octubre de 2008, E:.V:.

Frat:.


Masón de Pants

¡Es Cuanto! 

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