jueves, 21 de mayo de 2009

Bienvenida

En  esta noche, un nuevo proyecto masónico se ha robustecido con el ingreso de tres pilares más, de tres valerosas personas a quienes tuve el gusto de conocer, entrevistar y acompañar en su proceso de admisión a esta augusta y honorable institución. Los tres, con cualidades diferentes, pero con motivación por mejorar sus existencias empleando el sistema masónico para ello.

Han de saber, mis jóvenes y queridos hermanos, que ahora forman parte de la historia de la masonería michoacana con este nuevo modelo de trabajo que estamos implementando. El éxito de esta concepción ustedes la comprobarán con el paso del tiempo, del transcurrir de las noches desbastando su piedra bruta, contemplando ante el espejo, un antes y un después en su propia biografía. Están en estos momentos siendo recibidos en el seno de una logia plena de masones jóvenes, con mayor adaptabilidad, conciencia y energía que muchos que prefieren quedarse en sus casas argumentando cansancio, edad o madurez, de la mal entendida, que brinda refugio cuando no se tiene más que aportar, o cuando no hay más que aprender, siendo más lo que hay que aprender que lo que se puede aportar en realidad.

Bajo esta concepción, la edad consolida los vicios, así que es conveniente que aprovechen su juventud en labrar un porvenir exitoso, antes de que sus instintos los dominen y la inercia apacigüe vuestros más preciados anhelos de ver logradas las metas de su vida.

 En el sistema socioeconómico que prevalece en nuestra nación, ser joven es un atavismo en donde el matrimonio, el trabajo bien pagado, la crianza de los hijos, la posesión de bienes de capital, el desprecio por el consumo superfluo son tabúes. La discriminación por edad es igual o más fuerte que la equivalente al género, a las preferencias sexuales, o la racial. Poco se ha documentado. Las razones son evidentes.

 Partimos del hecho de que los medios de comunicación masiva claman por nuestra estadía ad infinitum en este periodo que cada día se esfuerzan en hacer más largo. Comenzamos de 13 a 25 años, después de 12 a 29 y ahora hay ideas que apuntan hacia el periodo de 12 a 35 años como periodo en el que el hombre debe ser predominantemente consumista, improductivo, hedonista y despilfarrador.

¿Cuál es la utilidad de tal postura? La falta de responsabilidad y nuestros impulsos juveniles nos apuntan a ser presas fáciles de poderes ocultos en las penumbras. Estos años,de maduración para un cuerpo físico que ha crecido incansablemente, son dedicados a la explotación laboral, a la falta de empleos de calidad argumentando carecer de experiencia, o si la hay, por carecer de mayor preparación. El éxito de muchos vivales radica en continuar expoliando a los jóvenes maximizando las utilidades de las compras inútiles, de las vacaciones innecesarias o del crédito usurero disfrazado de apoyo para los profesionistas recién egresados con padres solventes como avales.

Sin embargo, no todos caemos en el cedazo que nos imponen los dueños de los medios de producción. Esta logia, pensada, constituida  y con la finalidad profunda de estar constituida por jóvenes, tiene como uno de sus más caros objetivos, el despertar de la conciencia desde los primeros años de la madurez, en los cuales el hombre es cera blanda ante la moral y la virtud.

 ¿Para qué esperar a que el hombre esté podrido hasta los huesos  para intentar enmendar sus errores?

 Para ello, busquen desarrollarse armónicamente mientras depositan su fe en lo que se les presenta ante vuestros ojos. La masonería es una gran herramienta para construir su propio camino, sea cual sea el que elijan. Como un tablero de ajedrez, la historia de la orden está llena de maestros en senderos blancos y negros, pero maestros al fin. Aunque la identidad la construimos en sociedad, en grupos o logias, el camino es definitivamente individual. Ustedes decidirán el camino que tomarán con lo que aprendan en la masonería, bajo la certidumbre de que será grande.

 Sin embargo, la masonería, al igual que la sociedad, requiere que algunas generaciones aportemos valor agregado a nuestras acciones con la finalidad de construir un mejor futuro. Esperando su abierto, franco y desinteresado compromiso consigo mismos, escuchad a vuestros maestros, leed la bibliografía, buscad en Internet, dudad de lo que se os presente ante vuestros ojos.

 Han de saber ustedes que entran a un grupo de amigos que se denomina “Melchor Ocampo”, el cuál paradójicamente tiene 87 años de existencia. Buscando dar congruencia al nombre que ostentamos, retomamos la trayectoria del egregio michoacano desde su juventud, la cual ha sido poco difundida y menos aun, reconocida, pero por poner algunos ejemplos,  él a los 19 años ya era abogado y tenía su propio despacho. 

Lo sé, siempre las comparaciones son odiosas, aunque si consideran he abusado de ellas, en compensación diría a los tres a manera de desagravio de sus trayectorias, que ¡a mi edad Ocampo ya era candidato a gobernador y yo aun ni siquiera soy abogado!

Empero, el héroe ahí está, vertical e inamovible en el lugar que se merece: al oriente de la iglesia más importante de su estado natal, el cual lleva su apellido. Esa es la lección y el sitial al que debemos aspirar los que ingresemos a esta logia.

 Les platico que la masonería es un sistema de construcción del individuo que con sus 33 graduaciones va matizando el avance de sus afiliados en diferentes planos, como el físico, mental, espiritual.

 Treinta y tres vías, treinta y tres oportunidades de evolucionar se abren el día de hoy para ustedes. De ustedes depende que las recorran todas. Que no los engañen con otros números, con otras metas. Aspiren a recorrer lo que hoy inician y al finalizar el camino, recuenten las bendiciones recibidas, que ahí estaremos varios dando feliz testimonio en vuestra compañía.

Tres veces treinta y tres, arroja el noventa y nueve. Noventa y nueve maneras de alcanzar la iluminación, el Nirvana, o ¿por qué no decirlo? La felicidad terrenal, como ustedes la quieran imaginar, construir y realizar, en compañía de sus seres más queridos.  De manera muy especial, les confío algo que es un secreto para los profanos: en el transcurso de la carrera masónica, observarán una tremenda sincronía entre los números que aparecen volcados ante nosotros y lecciones profundas de vida: en un día como hoy, algunas personas conmemoramos el  99º natalicio de quien fue mi abuelo, que en paz descanse. El se proclamaba librepensador y sentó las bases para que algún día, dos de sus nietos vieran la luz en esta institución y compartan plaza en esta logia. La intuición me ha hecho sentir dicha certidumbre con el paso de los años. Creo que el apreciar esta sincronía es una manera sencilla de honrar su memoria, aunque me hubiera gustado  más retejarlo en vida.

 Por ahora, solo quisiera compartiros mi modesta experiencia de cómo la masonería ha sido una noble y leal compañera de mi vida, en la cual escuadra al hombro he recorrido mi sendero. En ocasiones he extraviado la escuadra, en otras olvidado el compás. A estas alturas la regla de 24 pulgadas apenas si tiene graduaciones, todo es trabajo, poco es dormir, pero tal como en mis anteriores devaneos, espero poder volver a graduarla para alcanzar equilibrio con mis actividades.

 A pesar de mi reiterada impericia, una y otra vez he ido  desempolvando y enmendando los tantas veces averiados instrumentos que hace ya varios años decidí abrazar como las principales herramientas con las que labraría mi existencia, al igual que elegí a los miembros de esta logia como mis principales amigos, con quienes comparto mi existencia, mis pesares y alegrías.

No pierdo la esperanza de reparar mis instrumentos y con manos menos torpes, poder labrar mejor mi camino, a la par que tengo esperanza de que haya hermanos que decidan hacer de la masonería una parte importante y un vector de su plan de vida personal, en el que confluyan todos los demás aspectos de manera sinérgica y armónica.

Aun a pesar de lo que de manera personal confío en la masonería, les confieso que tengo fe profunda depositada en que todo lo anteriormente descrito sea sólo una vaga sombra del significado que ustedes podrán darle a lo que realicen, religuen, vivifiquen y aprendan en esta su logia, y por ahora sólo me resta deciros que espero regresar muy pronto a mi querida logia y encontraros entre sus columnas, jubilosos, en pie y al orden y con una historia grande por erigirse ante el mundo entero.

 

Or:. de ___, a  20 de agosto de 2008, E:.V:.

 

Fraternalmente,

 

Masón de Pants

¡Es Cuanto!

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